sábado, 5 de marzo de 2016

Ideas y Creencias

Me resultó muy difícil esta lectura, no por la forma en la que está escrita, sino por el mensaje que intenta dar. El mero concepto de creer en algo es complicado, pues para saber esto tienes que procesar que lo que estás tomando como una idea proviene de una visión de algo que puede ser o puede no ser verdad, y por eso mismo es una idea y no un hecho. Ahora sumarle a este análisis la diferenciación entre una idea y una creencia es aún más complicado. Tomando en cuenta lo que dice el autor Ortega, la principal diferencia entre una idea y creencia, es que la idea se queda en eso, una simple idéa, mientras que la creencia es algo que como persona aceptamos y tomamos en cuenta durante cada decisión que tomamos, pues, depende de lo que yo crea, voy a hacer cosas para defender y argumentar esa misma creencia. Pero no por esto significa que una idea no pueda ser más que una simple idea. Con las argumentaciones necesarias que uno se podría hacer con si mismo, una idea puede convertirse en una creencia, aunque en su gran mayoría las creencias no son originales, sino adaptaciones que uno hace conforme a lo que otras personas le han dicho. Sin embargo, como lo dice el autor, conforme las creencias van aumentando y se van modificando, empiezan a surgir dudas. Entonces uno se cuestiona si estas dudas invalidan nuestras creencias pues no estamos del todo seguros de las mismas, pero como lo explica Ortega y Gasset, la duda no es más que una ampliación de nuestras creencias pues representa algo que uno como persona cree, o en este caso, cuestiona.
Aprecio mucho la inclusión del tema de los criminales y las desapariciones en México al tópico de ideas y creencias. No tanto por el obvio cuestionamiento hacia las autoridades sobre si lo que están haciendo se cree que es lo correcto o no, sino un cuestionamiento con uno mismo sobre si esta forma de gobierno representa lo que queremos y creemos, y si existe la necesidad de cambiarla. Mucho de lo que voy a decir se basa en experiencias personales, pero siendo estas experiencias originarias de un mexicano, creo que mi caso puede aplicar para muchos otros. No recuerdo bien en que momento de mi vida fui expuesto por primera vez a la corrupción y a los métodos alternos para impartir "justicia", pero seguramente fue cuando por primera vez vi a mi papá darle dinero a un oficial de tránsito para que no lo multara por infringir la ley. Siendo esto una acción pequeña proveniente de alguien al que desde chico admiraba, ni siquiera cuestionaba si lo que había hecho estaba bien o mal porque yo creía que todo lo que hacía estaba bien. Conforme fui creciendo desarrollé un sistema de análisis más profundo, por lo que pude comprender que esa acción era equivocada y debería ser ilegal y castigada. Desafortunadamente por más que dije esto y me convencí de que estaba mal, la primera vez que me pasó eso a mí hice lo mismo que había hecho mi papá, dar una mordida al de tránsito.
Es por esto que creo que el sistema de gobierno que existe hoy en México está ahí por que los mexicanos permitimos que llegara ahí, y de la misma forma, estamos permitiendo que se quede. Para que haya un verdadero cambio la sociedad (incluyendome) debe comprender que la culpa no es de los que están ahí, si no de todos nosotros que los pusimos ahí en un principio.
Links:
https://www.hrw.org/es/world-report/2014/country-chapters/260113
Una estadística de lo que hoy en día sucede en nuestro país.
http://www.eluniversal.com.mx/articulo/nacion/sociedad/2016/02/4/estudio-mexico-sumergido-en-la-impunidad

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